Calefacción eléctrica y a gas: pros y contras de cada una

Cuando se acerca el invierno, inevitablemente llega el frío y con ello, la temporada de estufas y calefactores. A la hora de comprar uno de estos dispositivos, con frecuencia nos surgen dudas respecto de qué sistema de combustión resulta mejor, ya que el mercado ofrece una larga lista de alternativas para diferentes necesidades. En definitiva ¿cuáles son las ventajas y desventajas de la calefacción eléctrica y a gas?

Calefacción a gas para casas

Hasta hace algunos años, este tipo de calefacción eléctrica para casas era el más utilizado; sin embargo, hoy en día ya no suele ser la alternativa preferida de quienes buscan calefaccionar sus hogares en invierno, debido a los requisitos necesarios para su instalación y uso.

La mecánica de este sistema de calefacción funciona a través de paneles que son calentados por quemadores de llama, los que pueden ser encendidos mediante combustión de gas natural, gasóleo C, o gas propano. El primero es el más utilizado, por ser relativamente limpio y poco contaminante, a pesar de que los desechos gaseosos de este tipo de estufas son expulsados hacia el exterior. La desventaja está en que tiene una duración corta si buscamos abrigar una casa grande, ya que utiliza gran cantidad de producto.

El gas propano y el gasóleo C, en tanto, tienen mayor rendimiento, sin embargo, resultan ser combustibles sucios y contaminantes, no ideales para utilizar en ambientes muy cerrados debido a que no suelen tener salida al exterior, quedando el dióxido de carbono flotando en el aire. Por esta razón, no es recomendable instalarlos en baños, dormitorios o en general espacios con mala ventilación.

En pocas palabras, instalar calefacción a gas para casas tiene ventajas como el costo, pero es necesario preocuparse también de la seguridad al elegir el tipo a utilizar.

Calefacción eléctrica para casas

Por otro lado, las estufas y calefacción a electricidad parecen tomarse el mercado actual. Las ventajas sobre la combustión a gas son bastantes, partiendo por el hecho de que éstas permiten (en su mayoría) regular la temperatura de forma mucho más personalizada. El funcionamiento en general de este tipo de sistemas es rápido y eficiente, ya que los paneles se calientan rápidamente y sin generar mayores ruidos ni interferencias.

Usan también poco espacio, ya que no hacen necesaria la instalación de un sistema de ventilación como lo requeriría la calefacción a gas para casas. Es por esto que muchos lo consideran una alternativa más limpia, gracias a que no emite residuos que puedan resultar dañinos para la salud.

Su instalación es fácil, requiriendo poco presupuesto y en general menos gasto que el gas. La calefacción eléctrica para casas, sin embargo, tiene una gran desventaja que detiene a muchos que podrían decidirse por ella. En zonas y espacios geográficos donde la electricidad es más cara, no conviene instalar uno de estos dispositivos por los altos costos que pueden llegar a generar. En este caso, una estufa a gas les resulta mucho más conveniente.

¿Ya decidiste? ¿Cuál sistema de calefacción vas a elegir para tu próxima casa?